Entrevista a Julio Cano Lasso en 1989

Entrevista realizada por Sara de la Mata y Enrique Sobejano

Arquitectura ¿Cómo surgió su interés por la arquitectura?

CANO LASSO En mi familia no había ningún arquitecto ni la menor relación con la arquitectura y recuerdo que en mi niñez mi ilusión era ser marino. Después, y con más intuición que conocimiento me matriculé en la Escuela de Arquitectura donde por aquel entonces se exigía haber cursado dos años de Exactas antes de iniciar la carrera, que era una verdadera carrera de obstáculos. Creo que no me equivoqué y encontré mi vocación, pero pienso que si me hubiera decidido por otra disciplina y hubiera perseverado en su estudio y dedicación, mi ejercicio profesional sería igualmente gratificante. La dedicación al trabajo es lo importante. La constancia y el aprendizaje hacen madurar el pensamiento y el oficio con los años.

Arquitectura Sus primeras obras se desarrollaron en los años de postguerra y sin embargo se vieron desde el comienzo influenciados por conceptos como economía y funcionalidad que postulaba el movimiento racionalista, alejado de la tendencia historicista imperante entonces.

CANO LASSO En aquellos primeros años de exaltación patriótica viví con intensidad los ideales de lo que se ha llamado Arquitectura Imperial, pero no tardé en comprender que sólo planteada desde la realidad de hoy aquella arquitectura podría tener sentido, porque por encima de todo pensábamos en una España moderna, puesta al día. En los años que yo pasé por la Escuela la arquitectura racionalista estaba totalmente menospreciada y se hablaba de ella con ironía. A mí me influyó la arquitectura italiana de la época de Mussolini: Terragni, Libera, Vaccaro, Moretti, los proyectos del EUR … Edificios como la Estación de Florencia y otros grandes proyectos. Pero también me sentía atraído por la poética de Dudock y en general por la escuela de Amsterdam. Después, recién acabada la carrera, una visita a Holanda confirmó esos sentimientos, que han perdurado a lo largo de mi vida y han contribuido a mi interés por la arquitectura de ladrillo. Pero las influencias que se reciben a lo largo de la vida son muy diversas: La potencia y austeridad de los castillos me ha emocionado siempre; también la visita a las viejas ciudades y particularmente mis estancias en Santiago de Compostela; ahora he descubierto un arquitecto barroco gallego, Simón Rodríguez, cuya obra me ha impresionado.

Arquitectura Usted, que tuvo una formación académica, se incorporó pronto a los principios arquitectónicos del Movimiento Moderno. ¿Se planteó entonces una contradicción entre aquellos planteamientos y a la comunicación espiritual con el pasado y con la historia y la tradición que luego fue una constante en su obra?

CANO LASSO Creo que en esto, y salvando las distancias, mi proceso puede ser análogo al de Terragni. Terragni sentía la emoción de la gran arquitectura de la Roma clásica e imperial, pero su vocación era moderna y acertó a expresarse en una arquitectura original que unía bellamente ambas inspiraciones. Me incorporé a la poética del Movimiento Moderno y a sus conceptos de funcionalidad y racionalidad, pero nunca quise olvidar mis raíces y la historia. Creo que más allá de las formas, de los estilos y de la tecnología empleada está el espíritu, como corriente sumergida y profunda, cuya continuidad debe ser independiente de las corrientes superficiales de cada momento de la historia. Es lo que da sentido a la tradición como caudal por el que somos impulsados. Me interesa cada día más la arquitectura en la que tras su forma aparente se percibe el espíritu intemporal. Toda obra viva es de hoy aunque tenga miles de años. La contradicción entre la filosofía del Movimiento Moderno pretendiendo prescindir del pasado y de la historia y el entendimiento de la tradición como arquitectura del Movimiento Moderno cuya filosofía prescindía de la historia, empieza a ser ella misma historia y se incorpora al caudal inmenso del pasado.

Arquitectura ¿Cuál es la razón de su alejamiento de las corrientes recientes, su oposición a las modas, su actitud en cierto modo silenciosa en el debate arquitectónico actual?

CANO LASSO Mi concepto de la modernidad ha ido cambiando con el tiempo. No creo que para ser moderno haya que inventar formas novedosas todos los días, ni tratar de estar a la última. Modernidad y progreso son dos caras de una misma moneda. Tampoco creo que progreso sea llenar la tierra de chatarra y de plásticos usados. Deberíamos hacernos una pregunta: ¿Qué es realmente modernidad? Las modas arquitectónicas, la superficialidad en torno a temas como el postmodem, son piruetas, hojarasca que empana lo esencial. Palladio -por citar un ejemplo- no pretendió deliberadamente ser moderno, trataba de inspirarse fielmente en los romanos, aunque su arquitectura resultara muy personal y creadora, y caracterizó una época. Creo que la preocupación por la modernidad forzada es una obsesión bastante reciente. Me interesa más la obra bien hecha.

Arquitectura ¿Existe una cierta contradicción entre los planteamientos y recursos formales de origen racionalista en su obra, y ese otro aspecto más intuitivo, cercano a la naturaleza, que se refleja en sus escritos?

CANO LASSO Creo que en esto, y salvando las distancias, mi proceso puede ser análogo al de Terragni. Terragni sentía la emoción de la gran arquitectura de la Roma clásica e imperial, pero su vocación era moderna y acertó a expresarse en una arquitectura original que unía bellamente ambas inspiraciones. Me incorporé a la poética del Movimiento Moderno y a sus conceptos de funcionalidad y racionalidad, pero nunca quise olvidar mis raíces y la historia. Creo que más allá de las formas, de los estilos y de la tecnología empleada está el espíritu, como corriente sumergida y profunda, cuya continuidad debe ser independiente de las corrientes superficiales de cada momento de la historia. Es lo que da sentido a la tradición como caudal por el que somos impulsados. Me interesa cada día más la arquitectura en la que tras su forma aparente se percibe el espíritu intemporal. Toda obra viva es de hoy aunque tenga miles de años. La contradicción entre la filosofía del Movimiento Moderno pretendiendo prescindir del pasado y de la historia y el entendimiento de la tradición como arquitectura del Movimiento Moderno cuya filosofía prescindía de la historia, empieza a ser ella misma historia y se incorpora al caudal inmenso del pasado.

Arquitectura ¿Cuál es la razón de su alejamiento de las corrientes recientes, su oposición a las modas, su actitud en cierto modo silenciosa en el debate arquitectónico actual?

CANO LASSO En esa tensión entre lo emotivo y lo racional es donde se produce toda creación humana. Independientemente de que en un momento dado prevalezca una u otra, creo que en el fondo mis intenciones siempre han sido las mismas y en lo esencial mi pensamiento no ha cambiado, aunque con el paso del tiempo·las ideas se van decantando y articulando, hasta formar un conjunto coherente. Siento amor y respeto por la naturaleza y me gusta la arquitectura que se incorpora a ella con naturalidad. Me muevo por impulsos de la emoción y el sentimiento, pero procuro encauzarlos mediante una actitud racional, someterlos siempre a un proceso racional. Al menos eso intento.

Arquitectura ¿Qué aspectos determinan en su obra la génesis de un proyecto? ¿Existe una cierta metodología que dirige el proceso de proyectar?

CANO LASSO Multitud de factores determinan cada proyecto. El alma humana es tan compleja y sutil que deja actuar un sinfín de agentes silenciosos, fruto de nuestras creencias, vivencias y conocimientos. Es difícil pensar en una metodología. Yo creo más bien en la cultura, la sensibilidad y el oficio . De todas formas sí existe un proceso que yo pienso que, con variantes, en mi caso se repite siempre. Lo primero es situarse en el problema y plantear una concepción de conjunto, global; llegar a una concepción global, sin perderse en los detalles. cualquiera que sea la amplitud e importancia del problema. Más adelante a partir de una idea se entra en el detalle y el proceso va de lo general a lo particular, y de lo particular a lo general, en sucesivas aproximaciones. Cuando se plantea un proyecto y se llega a una idea, a una visión global, no debe perderse sin embargo de vista que todo conjunto está constituido por elementos que hay que resolver en detalle. Dios está en los detalles.

Arquitectura ¿Constituye para usted el lugar un aspecto fundamental en la concepción y desarrollo del proyecto?

CANO LASSO Sí, la arquitectura no debe ser concebida en abstracto. Lo primero que se debe hacer es situarse en el lugar en que se proyecta y dar una respuesta al entorno, bien sea natural o urbano. Entre los distintos factores que condicionan un proyecto, el lugar es por supuesto uno de los más importantes. Pero hay infinidad de influencias, aunque no seamos conscientes de muchas de ellas. La influencia del entorno, aunque siempre importante, no es igual en todos los casos. Hay entornos anodinos, sin valor ni carácter; otros en que nuestra obra tiene fuerza para crearlo y está obligada a hacerlo; en otros puede ser absolutamente determinante.

Arquitectura Una constante en su obra ha sido su preocupación por el material y la relación que éste establece con el método constructivo y con el carácter del lugar. En el auditorio de Santiago la piedra llega a convertirse en tema fundamental del proyecto.

CANO LASSO Así es: pienso que construcción y arquitectura están tan unidas como el cuerpo y el alma. El proceso constructivo y la elección de material son decisivos; en gran medida las formas arquitectónicas deben ser el resultado. En el caso de Santiago, el empleo de la piedra ha sido un factor decisivo, que estuvo en el origen mismo del proyecto. ¡Aquellos grandes muros de piedra! fue el lema para el concurso. Se utilizó la piedra con sillares de granito de grosor suficiente para que no fuera un chapado – sillares de 18 cm. de grueso. Hay que advertir que el coste es poco mayor que en las chapas, ya que lo costoso en la piedra es cortarla; la materia prima vale poco y nos la da la naturaleza en abundancia. Hoy se piensa que el empleo de la piedra es anacrónico; sin embargo la moderna tecnología también es aplicable a su extracción, corte, labra, transporte y puesta en obra, de tal manera que su coste no es mayor que el de un muro cortina, o cualquier solución de arquitectura de alta tecnología. Por supuesto la utilización de la piedra en la forma en que lo hemos hecho sólo es aplicable en determinados casos. No se me ocurriría hacer un rascacielos de sillería.

Arquitectura Su atención al material parece centrarse en embargo en el ladrillo, la piedra, materiales tradicionales. ¿No tiene interés en el empleo de elementos que la nueva tecnología hace ahora posible?

CANO LASSO Creo que el valor de la arquitectura es independiente del material utilizado. No hay material malo si se utiliza bien. Desde el barro del tapial y del adobe al vidrio y los aceros especiales, pasando por mármoles y bronces, no hay material malo si se utiliza bien y no se lo pide lo que no puede dar. Es cierto sin embargo que tengo simpatía por los materiales naturales: El ladrillo, la piedra, la madera, el cobre … Me preocupa mucho el comportamiento de los materiales al paso del tiempo: Su envejecimiento. Los materiales naturales envejecen bien y mejoran con el paso del tiempo; por el contrario, los materiales artificiales, aún los de mayor calidad, tienen una mala vejez. Pongamos el ejemplo de algo tan bien acabado y de tanta calidad como un automóvil Rolls … Pues bien, dejémoslo en el campo durante veinte años y lo veremos convertido en chatarra. Se podrá argumentar que la arquitectura de hoy y del futuro no debe tener intención de perdurar. Yo no estoy de acuerdo; la arquitectura tiene un valor que excede de su propia utilidad inmediata y forma parte del patrimonio cultural, tanto como la literatura, la música o la pintura, Constituye la huella física de los hombres en :a historia. ¡Qué triste sería un futuro en el que nuestro legado fuera sólo cementerios de chatarra y arquitectura reciclada! Quizás sea éste el futuro que nos amenaza, pero yo quiero trabajar precisamente para que esto no ocurra.

Arquitectura ¿No piensa pues que exista progreso en los avances que un mundo cada vez más tecnificado y complejo hace posible en los métodos constructivos, materiales, etc.?

CANO LASSO Yo creo que el progreso no está forzosamente ligado al empleo de unos materiales u otros. Indudablemente el avance tecnológico bien utilizado puede favorecer el progreso y los arquitectos estamos obligados a utilizar técnicas y materiales con sentido realista en busca de la mayor economía, eficacia y racionalidad, pero sin olvidar que la arquitectura es un arte que debe contribuir a la creación de un entorno bello y grato. Alguna vez he leído que la calidad de una cultura podría medirse por su capacidad para crear entornos gratos. Sin embargo, no rechazo los materiales y tecnología modernos, que en algunos casos son los más apropiados, pero hemos de tener en cuenta que países de un nivel tecnológico medio como España, siempre estarán en inferioridad en este campo, con respecto a los de tecnología más avanzada. Creo, sin embargo, como decía al principio, que la calidad y el valor de la arquitectura no está forzosamente determinado por el material o la tecnología empleados como arte y como valor cultural, la arquitectura es muy independiente de estos aspectos. Y esto también está relacionado con el concepto de progreso. Para mí el progreso tiene en último término un contenido ético y espiritual, y si no se progresa en ese sentido, no se progresa en absoluto.

Arquitectura Usted ha participado en numerosos concursos, y continúa haciéndolo, aun cuando generalmente se asocia el concurso con la participación del arquitecto joven que sólo así puede acceder a ciertos encargos.

CANO LASSO El concurso es un medio en el que el arquitecto puede expresar con mayor libertad sus ideas y creencias. La posibilidad de tratar temas que en otro caso no tendríamos ocasión. Son también una afición y un deporte. En mi vida profesional constituyen un aspecto muy importante y hoy para mí muy rejuvenecedor. He participado en más de un centenar, aunque sólo un proyecto importante se ha visto construido. Pero eso no nos desanima; es algo como digo un deporte y la ilusión de su desarrollo es ya suficiente. Hoy mi vida profesional ha cambiado. Nunca quise tener un estudio grande, ni un volumen de trabajo que me impidiera hacer las cosas personalmente, pero ahora estoy rodeado de jóvenes arquitectos; mis hijos y dos compañeros suyos, que han supuesto una inyección de ilusión y un poderoso motor. Esto nos ha permitido redoblar el esfuerzo.

Arquitectura A lo largo de su trayectoria profesional ha colaborado en ocasiones con otros arquitectos, ahora lo hace con sus hijos. ¿Cree fructífera, o por el contrario, difícil la colaboración en el proceso creativo del proyecto?

CANO LASSO Así es. Aunque he trabajado mucho solo, cuando tuve más trabajo del que yo podía desarrollar personalmente, busqué la colaboración de jóvenes arquitectos: Alberto Campo, José Manuel Sanz, Ignacio Mendaro y otros. Ahora, sin embargo, trabajo con mis hijos y sus compañeros y he entrado en la fase más agradable e interesante de mi vida profesional. Creo que nos complementamos bien y formamos un buen equipo. El saber es acumulativo y encuentro muy positivo que existe continuidad generacional. Yo pienso, modestísimamente, viendo lo que ocurre en el pequeño entorno de nuestro estudio, en el valor de esa continuidad, y veo una cierta analogía con aquellos talleres del Renacimiento, en los que varias generaciones trabajaban en lo mismo … y finalmente acababan surgiendo grandes artistas. No hay duda de que el saber es acumulativo y que el ambiente que se llega a crear trabajando en la forma en que lo hacemos, favorece mucho la creación. Todos aprendemos. Lo triste sería pensar que cuando uno se muera se llevara ese saber que tanto ha costado adquirir.

Arquitectura Para terminar sería posible resumir en unas palabras cuál es la propuesta que sintetiza su personal trayectoria durante tantos años.

CANO LASSO Creo que ha sido una trayectoria coherente y fiel a mi pensamiento. Con aciertos y errores, pero siempre con la ilusión de que la mejor obra está aún por hacer. Creo también que, como ya dije, con el tiempo las ideas se han ido articulando en forma coherente. He procurado ser realista, pero sin desdeñar el pensamiento utópico que nos marca horizontes lejanos hacia los que caminar. Recientemente he publicado un librito, en el que en forma de cuento me atrevo a proponer como horizonte final de la civilización y el progreso la parábola del retorno al paraíso como utopía hacia la que deberíamos dirigir nuestro esfuerzo. ¿No sería éste el destino más noble de la civilización?

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