Central de comunicaciones de Buitrago 1966

En colaboración con Juan Antonio Ridruejo.

Se sitúa en un ancho valle al pie de Somosierra, en un paisaje natural muy bello. Como es de suponer, la tentación inmediata fue hacer una Arquitectura de tecnologia avanzada, pero pronto comprendimos que por ese camino sólo hubiéramos conseguido poner en evidencia la carencia de esa tecnología. Había también otras razones más profundas para no seguir este camino. Se utilizó el ladrillo. Existía una evidente tensión entre la función muy avanzada de la Central, en aquellos momentos en la frontera de la ciencia-ficción, y algo tan antiguo como una construcción en ladrillo, y pusimos intención en valorarla. Aun cuando se trató de equilibrar lo racional y lo emotivo, el resultado fue una arquitectura expresionista, cargada de evocaciones. El problema de la integración en el paisaje fue uno de los que más nos preocupan desde el primer momento; y creo que uno de los rasgos más destacables de esta obra es precisamente su enraizamiento en la tierra, la forma de unirse a ella.

Julio Cano Lasso